viernes, 14 de enero de 2011

Medio Boleto a la Copa de Oro (El Salvador 2-0 Nicaragua)


Un suspiro, dos goles y tres puntos. El Salvador tomó un aire profundo y gritó con mucha intensidad los goles de Jaime Alas y Rafael Brugos que abonaron a la victoria por 2-0 ante una aguerrida Nicaragua, que nos puso a zocar como nunca en el debut de la Copa Centroamericana que se disputa en Panamá.

En el papel, la azul debía imponerse bajo toda lógica ante los pinoleros, pero no sabíamos cuánto tenían que sufrir los pupilos de José Luis Rugamas para encontrar esa bendita definición. Se fallaron muchas ocasiones y hasta se desaprovechó un penalti por parte de Arturo Álvarez, pero la buena noticia estuvo en la buena puntería de Jaime Alas y Rafael Burgos, quienes sellaron la victoria cuscatleca.

El trabajo realizado en tierras canaleras en contra de Nicaragua dejó dos caras bien marcadas. La primera, que la azul debe mantener una regularidad en su juego y no ceder la iniciativa al rival como ocurrió ayer en algunos trazos del encuentro y que le hizo verse mal y por momentos, se temió lo peor cuando no encontró la claridad en el ataque.

Y la segunda, que a pesar de no ver la luz en el camino, contó con elementos que supieron darle frescura como Alas y Burgos, quienes sacaron el pecho para que El Salvador debutara con una buena victoria ante los pinoleros. Se vienen los rivales más complicados, es cierto, pero lo importante este viernes era ganar como fuera y eso se consiguió.

Lo que deba mejorar El Salvador está en manos de Rugamas para la práctica de este sábado y el choque de este domingo; de momento, los tres puntos en la casilla son valiosísimos ante un rival que ya nos había sorprendido en la última Copa UNCAF, y que el viernes pintó de complicado el encuentro, pero volvió a pesar su inexperiencia.

Por historia, por jerarquía y por fútbol, los cuscatlecos no debían pasar problemas para superar a su rival. Han sido seis las ocasiones que El Salvador enfrentó a los nicas en la Copa UNCAF, de los cuales, únicamente un empate ha sido lo alcanzado por nuestros vecinos.

José Luis Rugamas lo tenía claro y para ello buscó imponer respeto desde las primeras de cambio. Hizo algunas modificaciones en su esquema en relación a lo que había presentado durante la semana previo al choque debut. De esta manera, Xavi García fungió como lateral derecho mientras que Reynaldo Hernández lo hizo por el izquerdo.

La pareja de centrales estuvo conformada por Marvin González y Luis Anaya; en tanto que en el ataque, la confianza fue para Rafael Burgos, que estuvo apoyado por Arturo Álvarez, Jaime Alas, Osael Romero y “el Rusito” Flores, quienes le nutrieron de balones dentro del área rival.

En tanto que los chochos, muchas caras nuevas y nada más destacó la incorporación de Rudel Calero, como el máximo referente en la zona de ataque y de quien habían muchas expectativas. La misión de Nicaragua consistió en dar alguna sorpresa y como lo reconoció su entrenador, el español Enrique Llena, sumar puntos para colarse nuevamente a otra Copa Oro.

No tenían nada qué perder y mucho por ganar, y este viernes era su primera oportunidad para realizar otra gesta.

BUEN ARRANQUE

La idea básica era muy sencilla, llegar con la mayor cantidad de elementos ofensivos y las características de Nicaragua se prestaron para que los salvadoreños pusieran condiciones y adueñarse del balón desde el inicio.

En las primeras instancias del encuentro, Jaime Alas fue el elemento que más desequilibrio llevó por la banda izquierda, en el que tuvo buenas combinaciones con Osael Romero, así como con Arturo Álvarez.

Al minuto cuatro, una buena combinación entre Alas y Álvarez, permitió a este último enviar un centro venenoso que no supo definir Rafael Burgos, y que complicó a toda la zaga. El Salvador hacía buenas combinaciones entre sus volantes por los costados, lo que le permitió abrir el campo

La respuesta llegó a los cinco minutos, cuando Samuel Wilson remató a distancia sobre la cabaña de Dagoberto Portillo, pero que pasó por sobre la cabaña. Un minuto antes, una aproximación por la banda derecha inquietó un poco la cabaña cuscatleca.

La llegada más peligrosa fue al minuto 10, cuando Xavier García conectó un centro de Álvarez y superó a toda la defensa, pero le faltó puntería en la definición y pasó por arriba del marco que defendió Dennis Espinoza, cuando el cancerbero ya estaba sin opciones para atajar.

Nicaragua tenía lo suyo, y Juan Barrera cobró un tiro libre y lo hizo con fórmula de laboratorio, puesto que con un toque sutil sorprendió a la zaga salvadoreña y dejó en soledad a Samuel Wilson, que nuevamente probó a Portillo y esta ocasión lo hizo a quemarropa, pero el cancerbero criollo estuvo atento y achicó los espacios (al minuto 13).

Fue un aviso para los pupilos del “Chelís” que no se podían descuidar ni un instante. Las indicaciones de Dago Portillo fue que estuvieran atentos, que no perdieran las marcas y con sus manos señaló el lugar donde tenían que pararse. Concentración y más concentración, indicaba con sus dedos puestos sobre la sien.

Tras esa llegada, Nicaragua tomó confianza y presionó sobre la salida salvadoreña. Fueron minutos en el que los pinoleros tuvieron un poco de acecho e hicieron ver mal a Luis Anaya y compañía; el error cuscatleco fue caer en su juego, es decir, buscar la salida en velocidad lo que propició la imprecisión y pérdida del balón para los nuestros.

Hacía falta tener un líder en el mediocampo, un jugador que tomara el balón y midiera los tiempos. Aquí falló Osael Romero y Víctor Turcios, que no ordenaron al equipo y que liderara el ataque.

Cuando se lo propuso, El Salvador llegaba sin problemas por las bandas, pero faltó tener esa regularidad para concretar una jugada sobre el marco de Espinoza.

La lluvia fue un elemento a tomar en cuenta. Durante hora y media, antes del encuentro cayó con fuerza lo que hizo más rápida la superficie, y cuando se creyó que no complicaría, se hizo nuevamente presente y los jugadores debieron de recurrir muchas veces al choque para hacerse con el balón.

El Salvador dejó una impresión de incertidumbre tras la finalización de la primera parte. Por ratos tocó demasiado, por momentos se precipitó en la entrega del balón, pero sobre todo, cedió la iniciativa al rival y permitió que Nicaragua se creciera y acumulara argumentos para incluso verse arriba en el marcador.

Rugamas tenía muchas indicaciones que dar y buscar una reacción en sus pupilos que se vieron sin ideas y también sin precisión a la hora de definir. Para el complemento, se buscó que Álvarez y “el Rusito” Flores incidieran un poco más en el accionar ofensivo, al igual que Burgos, que se notó con mucha soledad y también con poco entendimiento a la hora de hacer la diagonal o buscar la mejor ubicación en los pases filtrados.

Ni lento ni perezoso, el técnico español de Nicaragua, Enrique Llena, vio la oportunidad de dar un zarpazo de autoridad y mandó a Elvis Figueroa, en tanto que Rugamas mantuvo al equipo que finalizó la primera parte.

La reanudación fue mejor para El Salvador. Osael Romero filtró un balón para Burgos, que hizo un amague dentro del área, pero la pierna de David Solórzano conectó con el jugador y se decretó la pena máxima.

Llegó Álvarez a cobrar y el meta lo atajó con gran jerarquía (minuto 47). Esto tuvo un golpe de efecto, pues los cuscatlecos se mostraron con más nerviosismo, en tanto que los pinoleros ganaron confianza y se atrevieron a presionar más y a rematar cuantas veces tuvieron el balón cerca del área.

Era un momento delicado en el encuentro. El Salvador jugaba al filo de la navaja, pues por la ansiedad de alcanzar el gol de la ventaja, dejó espacios que fueron aprovechados por el rival y que puso en aprietos en más de una ocasión la zona baja, como un remate de Zeledón (54’) y un tiro libre cobrado por Wilson (56’) que demostraron que el partido era una papa caliente.

Pero todas esas nubes de incertidumbre se despejaron cuando llegó ansiado gol de Jaime Alas al minuto 71. Rafael Burgos tuvo un balón filtrado, retuvo el balón y luego cedió para la llegada del alero zurdo, que definió con frialdad ante el achique de Espinoza y puso el 1-0.

Suspiró Arturo Álvarez, suspiró Rugamas y suspiró todo El Salvador, y como consecuencia, Nicaragua se abrió y ahí llegaron los espacios. Rafael Burgos llegó para definir en otra jugada parecida y el 2-0 (76’) ya dio mucha tranquilidad para el término del encuentro.

El Salvador sacó una importante victoria que le permite arrancar con pie derecho esta competencia. Sufrió, pero supo contrarrestar esas nubes de incertidumbre para sumar tres puntos. Este domingo va ante Belice para sellar el boleto a semifinales y el derecho a participar en la siguiente Copa Oro.

Fuente:
www.elgrafico.com

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