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Los pupilos de José Luis Rugamas no encontraron nunca la ruta ni el buen fútbol para llevarse la victoria. Tras el 0-0 del tiempo regular, el pleito se definió en los tiros desde los 12 pasos en el que el fallo de Arturo Álvarez fue determinante para otorgarle la victoria a los de casa que, de alguna manera, se quitan el duro golpe de no estar en la final.
El Salvador no tuvo el brillo de los anteriores encuentros y fue sin duda alguna su peor presentación. Pocas llegadas, poca motivación y el resultado indicaron que este partido, a lo mejor, no se debió jugar. Ahora toca pensar en lo que se viene, en la Copa de Oro y si bien se dejó una buena imagen en términos generales, el tercer lugar hubiese significado al menos un consuelo para este grupo que estuvo cerca de alcanzar un mejor desempeño.
¿Cruel?, Quizá. Pero la regla tal simple en este deporte es que gana el que anota, punto. Honduras aprovechó una y nos liquidó tras el cabezazo letal de Johnny Leverón al minuto 77 y otra contra de Marvin Chávez en el descuento y borró la ilusión de un grupo de obreros que llegó sin complejos ante uno de los favoritos de la Copa.
Rugamas mandó al que consideró su equipo idóneo para la ocasión. Utilizó una doble contención conformada por Víctor Turcios y Dennis Alas, la misma que ante Panamá, y contó con tres volantes de llegada:Arturo Álvarez, Osael Romero y Jaime Alas; en el ataque dejó en soledad a Rafael Burgos.
La única ausencia fue la del lateral derecho Xavier García, por acumulación de dos cartulinas amarilla; su sustituto fue el metapanecos Milton Molina, y también utilizó a Luis Anaya para que hiciera pareja con Marvin González en la zaga central.
La misión salvadoreña era la de tapar la salida por las bandas y ser más cuidadoso en la entrega del balón. Aseguró su mediocampo con jugadores de buen toque de balón y con llegada sobre el marco rival, para que Burgos no se viera en absoluta soledad ante las torres hondureñas.
Como se esperaba, el partido inició apretado, con ambos equipos manteniendo la distancia sobre su adversario, más pensado en evitar el error que buscar la ventaja. El Salvador buscó mantener el dominio de la pelota, en tanto que los catrachos presionaron sobre la salida para robar el balón en una zona delicada para luego complicar.
Fue a través de un robo de balón de Álvarez al minuto 13 que El Salvador realizó su primer remate a marco con claridad de gol. Burgos tomó el balón y lo cedió a Jaime Alas, y el pequeño zurdo se abrió un espacio y remató a distancia, obligando a Valladares a enviar al córner.
Acto seguido, Burgos ganó en el salto a las torres catrachas en el centro, pero su cabezazo se fue por arriba en la que fue otra buena oportunidad para abrir el marcador. El Salvador hacía lo suyo, presionando y cerrando los espacios para buscar con sus volantes habilidosos una chance para complicar a la zona baja de Honduras.
La selección salvadoreña cumplía muy bien su papel en los primeros trazos, que era presionar y ganó así buenas ocasiones por agarrar mal parada a la zaga hondureña. Incluso, obligó a las faltas recurrentes que terminaron en amonestaciones para el rival.
La mejor oportunidad llegó al minuto, 25 cuando Burgos tuvo un mano a mano con el meta Valladares tras una excelente asistencia de Osael Romero que le permitió ganar las espaldas y emprender la corrida. Sin embargo, el ariete adelantó demasiado el balón y permitió al portero achicar los espacios para luego rechazar con su cuerpo.
Hasta ese momento, El Salvador hacía méritos para ponerse en ventaja, pero la definición no aparecía. Lo complicado era que tras no concretar, los contragolpes en velocidad de los hondureños eran casi letales, así como los tiros de esquina, en los que casi siempre ganaron por arriba.
Ya en la segunda mitad, la única indicación para Burgos y compañía era simple: anotar. Se escucha y se escribe muy fácil, pero era la única ruta para superar a un rival complicado. Si había una oportunidad, esa era anoche, pues la azul hacía todo lo necesario y acumulaba méritos para sobreponerse a los catrachos.
Tras el dominio, el estratega catracho Juan de Dios Castillo se vio obligado a realizar su primera variante. Mandó a a Walter Martínez en lugar de Luis Ramírez, como un claro ejemplo que buscó que su equipo reaccionara y tuviera más peso ofensivo.
Sin embargo, las llegadas eran más constantes para la escuadra azul, y Dennis Alas volvió a probar los reflejos del portero Valladares tras otro remate por el sector izquierdo en el cobro de un tiro libre. El meta fue importante para evitar el gol en otra llegada clara al minuto 58.
Ingresó Andrés Flores en lugar de un cansado Álvarez (había disputado los cuatro partidos de la Copa hasta el momento) y su misión fue la de colaborar en la creación.
Pero la ilusión se acabó al minuto 78, cuando se volvió a fallar en la marca. Ya habían avisado en el juego aéreo y los tiros de esquina, pues esa misma receta llegó cuando Johnny Leverón saltó sobre los zagueros y conectó de cabeza para mandar el balón al fondo.
Ya con ese clavo ardiente, El Salvador buscó desesperadamente el empate, pero nunca llegó. Ingresaron Léster Blanco y Gilberto Baires, pero los cambios catrachos surtieron más efecto y el cronómetro dictó sentencia.
Llegó Marvin Chávez en una contra letal que agarró mal parada a la zaga cuscatleca y puso el 2-0 definitivo. Se luchó hasta el final y se arriesgó sobre el marco de Valladares, pero siempre la bendita definición estuvo fuera de nuestro alcance.
El primer tanto fue anotado por Edwin Aguilar, al realizar un cabezazo que fue efectivo porque hizo inútil el vuelo de Dagoberto Portillo. La acción se generó con un centro largo desde la izquierda.
La fiesta de "la Marea Roja" se incrementó cuando a 12 minutos del final Armando Cooper hizo daño al marcar sin resistencia, siendo asistido desde la izquierda y definiendo sin zagueros que lo incomodaran.
El Salvador tuvo lo suyo, pero fue insuficiente. Al 20', el volante Arturo Álvarez disparó de zurda desde fuera del área, probando con ello la atención del golero Kevin Melgar. Este volante trató de explotar su potencia y control de pelota, pero no llegó a ser determinante.
Repitieron en los tres primeros juegos de esta Centroamericana el portero Dagoberto Portillo, el central y capitán Marvin González, el marcador derecho Moisés Xavier García, el contención Víctor Turcios, el creativo Osael Romero y los volantes laterales Jaime Alas y Arturo Álvarez. Esta ha sido la columna vertebral del equipo de Rugamas en la primera fase de esta Copa.
El resto han sido rotados. El delantero Rafael Burgos (goleador de la azul y blanco y uno de los mayores artilleros del certamen) cedió su puesto para Mark Léster Blanco en el equipo inicial ante Panamá, Luis Anaya hizo espacio en la zaga para Mardoqueo Henríquez, y Dennis Alas se sumó a Turcios como acompañante en la contención.
El Salvador mejoró para el segundo tiempo, generando más llegada. Pero el tiempo pasó hasta recibir el latigazo de Cooper.
El primer cambio se llevó a cabo cuando quedaban poco más de 20 minutos de juego, cuando Julio Dely Valdés mandó a la cancha a Blas Pérez en lugar del anotador Aguilar.
Cinco minutos más tarde entró Felipe Baloy por Román Torres, mismo momento en que Rugamas hizo su primer cambio: Burgos entró por Turcios. Así El Salvador tuvo dos delanteros para quedarse con un volante de marca.
La apuesta continuó haciendo ingresar Andrés Flores en lugar de Álvarez y Gilberto Baires por Osael Romero.
Fuente:
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