El Barça-Athletic Club cumplió con creces las expectativas creadas a partir de la buena fama futbolística de los dos clubes. Lo más preciado para ellos, la pelota, fue del Barça. Y de esta manera su éxito estaba asegurado. Porque un Athletic Club sin el control nunca se sentiría a gusto en el Camp Nou. Todas las oportunidades del primer tiempo serían catalanas (entre ellas un auténtico golazo de Iniesta). Eso sí, la intensidad de los dos equipos era máxima y el duelo de estrategas de los banquillos, apasionante. El homenajeado Messi ampliaría definitivamente la renta azulgrana de penalti. El equipo de Guardiola, generoso en el esfuerzo y en competitividad, persiste.
Iniciativa catalana
Con rotaciones evidentes en los dos onces, la salida del Barça ha sido fulgurante. De entrada ha impuesto un ritmo elevadísimo que asfixiaba al Athletic Club. El equipo enseñaba las garras con un tiro desviado por poco de Piqué (min 5) y un gol anulado por fuera de juego de Thiago (min 7). Por culpa de la presión local, los vascos no se sentían cómodos penetrando por las bandas ni tampoco a la hora de sacar el esférico desde atrás, clave en el ideario de su técnico. La lucha encarnizada por el balón ha sido una constante del partido.
Ataque culé y letal Iniesta
Tras unos instantes de tregua, los gritos de "¡Abidal!¡ Abidal!” del público que llenaba el Camp Nou (88.207 espectadores), coincidiendo con el minuto del dorsal del francés, espoleó a sus compañeros. Volverían a insistir. Así, Messi ha estado a punto de sorprender al portero Gorka con el servicio rápido de una falta lejana y, en el córner siguiente, Aurtenetxe salvaba sobre la línea el gol de Piqué. El ataque era sólo del Barça, que le faltaba precisión en los metros finales para superar los fuertes marcajes rivales (especialmente a Messi). Y es que los leones, sin balón, resistían gracias a su orden defensivo.
El muro bilbaíno ha aguantado hasta el minuto 40. Hasta que Alexis ha robado a la medular, le ha cedido el timón a Messi, que con velocidad ha asistido a Iniesta. Este, entrando desde atrás, ha perforado la red. Un golazo lleno de rabia del manchego. Y no se calmaría aquí el hambre barcelonista. Aun antes del descanso, Gorka tendría que intervenir en dos disparos cruzados de Messi y Adriano. Finalizaba así una primera parte memorable.
Messi no perdona
Marcelo Bielsa intentaría cambiar el guión en la reanudación introduciendo a dos pesos pesados: Ander y Muniain, y posteriormente a Llorente. Ganaría ligeramente en profundidad el Athletic Club. Pero el Barça estaba excelso en la recuperación, con unos inconmensurables Piqué y Mascherano. El más incisivo en el principio de la segunda parte ha sido Tello. El extremo ha probado primero Gorka con un lanzamiento con efecto y a continuación sería objeto de penalti. Messi lo transformaría con sangre fría (min 57).
La pelota no se mancha
La mejor manera de administrar el margen para el Barça no podía ser de otra que conservando la posesión. E insistir. En el minuto 67, Gorka ha desviado un tiro de un Iniesta exquisito. Poco más tarde entrarían Xavi precisamente por el '8' y Keita para controlar cualquier resurgimiento rojiblanco. La mejor opción de los de Bielsa la ha tenido Muniain y Piqué la ha esfumado camino de convertirse en gol. El tirón bilbaíno no tendría más consecuencias y el Barça, que todavía ha disparado al larguero por medio de Keita, se aseguraría tres puntos que lo mantienen vivo en la Liga -a seis puntos del líder- y le permiten afrontar con confianza el encuentro contra el Milan.
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