martes, 20 de marzo de 2012

¡HAT TRICK HISTORICO Y A 5 PUNTOS (FC Barcelona 5-3 Granada)!



Por más que Pep Guardiola insista que esta Liga ya está perdida, los hechos parecen empeñados en llevarle la contraria. Si el Barça no bajó la guardia cuando se vio a diez puntos del Madrid -toda una eternidad-, tampoco iba a hacerlo ahora que había recortado su diferencia a ocho. Se durmió al inicio de la segunda mitad, y eso estuvo a punto de costarle el triunfo. Cierto. Pero al final sacó adelante su compromiso ante un magnífico Granada. Ahora la presión es para los de José Mourinho, que a la espera de lo que hagan en su complicada visita de este miércoles al Villarreal, están a sólo cinco. Quién se lo hubiera dicho hace un mes.

Carrusel de emociones

Más que un partido, fue una montaña rusa. Los azulgranas pasaron de verse con los deberes hechos sin bajar del autobús -al cuarto de hora ya ganaban por 2-0- a dejarse igualar el duelo en un pésimo inicio de la segunda mitad. Pero por fortuna Messi, siempre Leo, salió al rescate con tres goles para poner las cosas en su sitio. No podía ser de otra forma en una noche que tenía que ser suya, y lo fue. Por muchos motivos.

A Messi lo que era de César

El Barça no tardó en batir al portero del Granada Julio César... ni Leo Messi el récord de César, que desde la década de los 50 ostentaba la marca de máximo goleador de la historia del club. Un futbolista que dejó huella, y que fue parte integrante de esa mítica delantera que Joan Manuel Serrat inmortalizó en su canción, junto a Kubala, Moreno, Manchón... y Basora, fallecido el viernes pasado. Ahora el trono de César lo ocupa el rey del fútbol del siglo XXI, 'La Pulga' atomíca, ese delantero con el que se acaban todos los adjetivos y elogios posibles. Sus 234 tantos, dos más que el mítico 'Pelucas', son un hito más en su alucinante trayectoria. Y los que le quedan por marcar, con sólo 24 años. Lo suyo no es de este mundo. ¿Hasta dónde puede llegar Leo?.

Contra viento y marea

La lluvia, el fuerte viento y el frío no impidieron que el Barça empezara arrollando al Granada. No fue el mismo Barça que deleitó el sábado en su primera media hora ante el Sevilla. Ni en fútbol ni en alineación. Guardiola dio descanso a varias de sus 'vacas sagradas', como Busquets, que se quedó en la grada, e Iniesta, Cesc y Mascherano empezaron en el banquillo. Thiago y Keita acompañaron al maestro de ceremonias Xavi en la media. Y el pequeño genio de Terrassa abrió la lata cuando el público apenas acababa de tomar asiento.

Xavi, idilio con el gol

Tal cual. Sólo habían transcurrido tres minutos de juego cuando Cuenca sirvió un magnífico centro desde la izquierda, Messi cabeceó en el segundo palo hacia el punto de penalti... y, desde allí, de primera y sin pensárselo, Xavi marcó de chut raso (1-0, 3'). El 'cerebro' azulgrana continúa su idilio con su gol en su temporada más realizadora: suma diez dianas en Liga y 14 en todas las competiciones. No se le puede pedir más.

Empieza el recital de Leo

Leo demostró su generosidad sirviendo en bandeja el 1-0, y poco después sacó su otra faceta: la de artillero insaciable. El 2-0 fue obra suya. Y volvió a nacer de las botas de Cuenca. El de Reus llevó por la calle de la amargura a su par, Cortés. Sacó de su chistera otro magnífico centro desde la izquierda y Leo, sin dejar caer el esférico al suelo, superó a Julio César cruzando el balón al segundo palo (2-0, 16').

El partido parecía aparentemente resuelto -aunque luego no fuera así-, y en esos momentos se vivió uno de los momentos más emotivos de la noche, cuando el público coreó el nombre de Éric Abidal.

Alexis intentó ampliar la renta sin éxito en el 25'. Y en el 26', fue víctima de un claro penalti no señalado al ser derribado por Borja Gómez.

Cortocircuito tras el descanso

Pero, como viene siendo habitual esta temporada, al Barça se le fundieron los plomos tras el descanso. Los azulgranas parecieron salir dormidos del vestuario, y perdieron su cómoda renta tan fácil como la habían ganado. En el 55', Mainz acortó distancias cabeceando a placer en el área un saque de falta de Martins (2-1). Incomprensible. Y en el 60', llegó lo que nadie esperaba: el empate. Alves derribó a Dani Benítez -la falta pudo iniciarse al borde del área-, y José Antonio Teixeira Vitienes pitó penalti. Siqueira lo transformó en el 2-2.

Un, dos, tres, el '10' otra vez

El desconcierto se apoderó del Camp Nou. Parecía mentira, y quien más quien menos no daba crédito. En el 64', el árbitro no vio unas claras manos de Mainz en el área andaluza. Pero, por fortuna Messi no había dicho su última palabra. Era su noche, y quién mejor que él para devolver la calma y poner las cosas en orden. Alves le sirvió un pase en profundidad, Leo se plantó solo ante Julio César y le superó con una de sus pícaras vaselinas. El Granada reclamó, sin razón, posible fuera de juego (3-2).

Tello siempre 'moja'

Aún quedaba mucho por ver. En el 76', el colegiado pasó por alto otro posible derribo a Tello en el área. Y el canterano, que había entrado poco antes por Alexis, acabó siendo decisivo, como cada vez que Guardiola le da minutos. El 4-2 fue obra suya. Iniesta, que entró por Thiago, sirvió una de sus increíbles asistencias al espacio, donde parecía no haber nada ni nadie, dejando solo a Messi. El argentino, casi sin ángulo, 'fusiló' a Julio César. Y Tello envió el rechace del meta a la red (5-2, 85').

Segundo penalti contra el Barça

Ya al filo del final, llegó el 5-3. Teixeira Vitienes señaló penalti y expulsó por doble amarilla a Dani Alves por interceptar con las manos un centro de Dani Benítez. Una acción tan clara como lo fue la de Xabi Alonso en el Betis-Real Madrid de hace un par de semanas. Casi calcada. Pero en el Camp Nou sí se pitó. Siqueira, de nuevo, transformó la pena máxima poniéndole emoción, convirtiéndola al estilo Panenka.

El tanto final quedó en anécdota. Messi y el Barça aún tienen mucho que decir en esta Liga. Y más si el Madrid pinchara este miércoles en El Madrigal. Hoy lo sabremos.

Fuente:
www.sport.es

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