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De esta manera, el FC Barcelona suma su novena victoria consecutiva, la séptima en Liga desde el tropiezo en Pamplona, y ya puede preparar la cita del miércoles en Milán.
De menos a más
El Mallorca ha intentado meter el miedo en el cuerpo a los azulgrana, a los que les ha costado tener la posesión en los compases iniciales. A partir del minuto 10, el dueño del partido ha cambiado. La presión del Barça surtía efecto y casi fuerza el primer gol, tras una recuperación de Messi, que ha rematado a la cara de Aouate, decisivo.
Messi pone el 0-1
Sin laterales puros, y con una defensa de tres (Piqué, Puyol y Mascherano), el Barça llegaba cada vez más a la portería local. En una de sus aproximaciones, Alexis Sánchez ha forzado una falta que ha precedido el primer gol del encuentro. Ha sido Messi quien ha puesto en juego el balón y el autor del 0-1, con un centro enroscado que podría haber rematado ligerísimamente Alexis y que ha sorprendido a Aouate. En el acta arbitral el gol ha sido otorgado a Messi.
Tras el tanto, el equipo azulgrana ha subido el nivel y ha rozado repetidamente el segundo, sobre todo tras otra acción de Alexis, que ha enviado un misil al travesaño.
El encuentro se complica
Al inicio de la segunda mitad el encuentro se ha puesto cuesta arriba para los azulgrana, que han sufrido la expulsión de Thiago en el minuto 56. El árbitro ha considerado que el jugador, ya con una amarilla, ha tocado el balón con la mano. La inferioridad numérica ha obligado a Guardiola a intervenir: el técnico ha dado entrada a Montoya por Cesc y, más adelante, a Keita por Pedro.
Piqué remata el trabajo
Carrusel de emociones
Más que un partido, fue una montaña rusa. Los azulgranas pasaron de verse con los deberes hechos sin bajar del autobús -al cuarto de hora ya ganaban por 2-0- a dejarse igualar el duelo en un pésimo inicio de la segunda mitad. Pero por fortuna Messi, siempre Leo, salió al rescate con tres goles para poner las cosas en su sitio. No podía ser de otra forma en una noche que tenía que ser suya, y lo fue. Por muchos motivos.
A Messi lo que era de César
El Barça no tardó en batir al portero del Granada Julio César... ni Leo Messi el récord de César, que desde la década de los 50 ostentaba la marca de máximo goleador de la historia del club. Un futbolista que dejó huella, y que fue parte integrante de esa mítica delantera que Joan Manuel Serrat inmortalizó en su canción, junto a Kubala, Moreno, Manchón... y Basora, fallecido el viernes pasado. Ahora el trono de César lo ocupa el rey del fútbol del siglo XXI, 'La Pulga' atomíca, ese delantero con el que se acaban todos los adjetivos y elogios posibles. Sus 234 tantos, dos más que el mítico 'Pelucas', son un hito más en su alucinante trayectoria. Y los que le quedan por marcar, con sólo 24 años. Lo suyo no es de este mundo. ¿Hasta dónde puede llegar Leo?.
Contra viento y marea
La lluvia, el fuerte viento y el frío no impidieron que el Barça empezara arrollando al Granada. No fue el mismo Barça que deleitó el sábado en su primera media hora ante el Sevilla. Ni en fútbol ni en alineación. Guardiola dio descanso a varias de sus 'vacas sagradas', como Busquets, que se quedó en la grada, e Iniesta, Cesc y Mascherano empezaron en el banquillo. Thiago y Keita acompañaron al maestro de ceremonias Xavi en la media. Y el pequeño genio de Terrassa abrió la lata cuando el público apenas acababa de tomar asiento.
Xavi, idilio con el gol
Tal cual. Sólo habían transcurrido tres minutos de juego cuando Cuenca sirvió un magnífico centro desde la izquierda, Messi cabeceó en el segundo palo hacia el punto de penalti... y, desde allí, de primera y sin pensárselo, Xavi marcó de chut raso (1-0, 3'). El 'cerebro' azulgrana continúa su idilio con su gol en su temporada más realizadora: suma diez dianas en Liga y 14 en todas las competiciones. No se le puede pedir más.
Empieza el recital de Leo
Leo demostró su generosidad sirviendo en bandeja el 1-0, y poco después sacó su otra faceta: la de artillero insaciable. El 2-0 fue obra suya. Y volvió a nacer de las botas de Cuenca. El de Reus llevó por la calle de la amargura a su par, Cortés. Sacó de su chistera otro magnífico centro desde la izquierda y Leo, sin dejar caer el esférico al suelo, superó a Julio César cruzando el balón al segundo palo (2-0, 16').
El partido parecía aparentemente resuelto -aunque luego no fuera así-, y en esos momentos se vivió uno de los momentos más emotivos de la noche, cuando el público coreó el nombre de Éric Abidal.
Alexis intentó ampliar la renta sin éxito en el 25'. Y en el 26', fue víctima de un claro penalti no señalado al ser derribado por Borja Gómez.
Cortocircuito tras el descanso
Pero, como viene siendo habitual esta temporada, al Barça se le fundieron los plomos tras el descanso. Los azulgranas parecieron salir dormidos del vestuario, y perdieron su cómoda renta tan fácil como la habían ganado. En el 55', Mainz acortó distancias cabeceando a placer en el área un saque de falta de Martins (2-1). Incomprensible. Y en el 60', llegó lo que nadie esperaba: el empate. Alves derribó a Dani Benítez -la falta pudo iniciarse al borde del área-, y José Antonio Teixeira Vitienes pitó penalti. Siqueira lo transformó en el 2-2.
Un, dos, tres, el '10' otra vez
El desconcierto se apoderó del Camp Nou. Parecía mentira, y quien más quien menos no daba crédito. En el 64', el árbitro no vio unas claras manos de Mainz en el área andaluza. Pero, por fortuna Messi no había dicho su última palabra. Era su noche, y quién mejor que él para devolver la calma y poner las cosas en orden. Alves le sirvió un pase en profundidad, Leo se plantó solo ante Julio César y le superó con una de sus pícaras vaselinas. El Granada reclamó, sin razón, posible fuera de juego (3-2).
Tello siempre 'moja'
Aún quedaba mucho por ver. En el 76', el colegiado pasó por alto otro posible derribo a Tello en el área. Y el canterano, que había entrado poco antes por Alexis, acabó siendo decisivo, como cada vez que Guardiola le da minutos. El 4-2 fue obra suya. Iniesta, que entró por Thiago, sirvió una de sus increíbles asistencias al espacio, donde parecía no haber nada ni nadie, dejando solo a Messi. El argentino, casi sin ángulo, 'fusiló' a Julio César. Y Tello envió el rechace del meta a la red (5-2, 85').
Segundo penalti contra el Barça
Ya al filo del final, llegó el 5-3. Teixeira Vitienes señaló penalti y expulsó por doble amarilla a Dani Alves por interceptar con las manos un centro de Dani Benítez. Una acción tan clara como lo fue la de Xabi Alonso en el Betis-Real Madrid de hace un par de semanas. Casi calcada. Pero en el Camp Nou sí se pitó. Siqueira, de nuevo, transformó la pena máxima poniéndole emoción, convirtiéndola al estilo Panenka.
El tanto final quedó en anécdota. Messi y el Barça aún tienen mucho que decir en esta Liga. Y más si el Madrid pinchara este miércoles en El Madrigal. Hoy lo sabremos.
Fuente:Con un once sin Puyol pero con Pedro, el Barça salió al terreno de juego con las ideas muy claras. Desde los primeros compases del partido los azulgranas imprimieron una gran velocidad al balón, haciendo que la defensa del Sevilla pasara un auténtico viacrucis durante prácticamente los primeros 45 minutos. Y si no que se lo digan a Palov. El meta sevillista tuvo que lucirse para evitar que su equipo se fuera al descanso con un carro de goles. Primero tras un disparo desde la frontal de Adriano (6') y poco después ante Pedro, a quién consiguió neutralizar un disparo cruzado en el minuto 11 y uno contra uno en el 39'.
XAVI Y MESSI, LOS GOLEADORES
A los que ya no pudo parar el meta Sevilla fue a Xavi y Messi. El centrocampista azulgrana adelantó a los de Guardiola en el minuto 18, transformando a la perfección por la escuadra derecha una falta previa de Spahic sobre Adriano. Pocos minutos después Leo Messi volvió a liarla con otra de sus obras de arte. El argentino recogió un balón de Iniesta en la frontal, y tras hacerle un caño a Spahic, superó a Palop cruzando el balón con una preciosa vaselina. Un tipo de disparo al que Leo nos está empezando a acostumbrar esta temporada.
Pese al 0-2 en el marcador, el Barça no levantó el pie del acelerador y el Sevilla se fue al descanso con solo un par de disparos entre los tres palos. La más clara la tuvo del Manu del Moral que aprovechó una indecisión de Gerard Piqué en defensa para enviar el cuero al travesaño.
EL SEVILLA APRETA EN LA SEGUNDA MITAD
Los de 'Míchel' intentaron enseñar los dientes tras la reanudación. Dos buenos centros de Kanouté pusieron en aprietos a la zaga azulgrana en los primeros minutos de la segunda parte. El primero no logró encontrar rematador y el segundo volvió a dejar en evidencia a Piqué, que no cubrió bien y permitió a Manu del Moral rematar. Por suerte Valdés consiguió volcar el esférico.
Y es que al Barça no sólo creo mucho menos peligro en esta segunda mitad, sino que le costó mucho más mantener la posesión del balón. Quizá por eso Guardiola decidió tomar cartas en el asunto y dio entrada a Keita por Cesc Fàbregas.
Aunque los andaluces apretaron durante toda la segunda mitad, el Barça, y concretamente Iniesta, también tuvo la oportunidad de sentenciar el partido. El de Fuentalbilla, asistido por Messi, se quedó solo ante Palov en el 28 de la segunda mitad, y después de dejar sentado al meta sevillista, envió el balón fuera con toda la portería vacía.
En los últimos minutos también pudo ponerle la puntilla al Sevilla Alexis, que había entrado por Xavi durante la segunda mitad. El chileno se quedó solo ante Palov pero tampoco logró encontrar la malla.
Al final, victoria importantísima para el Barça, que sirve para presionar al Madrid y para demostrar que este equipo se crece ante la adversidad. ¡Volveremos a ganar, Abidal!
Fuente:Vuelve Puyol... y el 3-4-3
Los azulgranas fueron valientes en el Sardinero. Sin Piqué, sancionado, el entrenador barcelonista 'rescató' la defensa de tres y planteó un 3-4-3 con el recuperado Puyol -que recibió el alta poco antes del partido- como lateral zurdo, Mascherano en el centro y Alves por la derecha. La media se la repartieron cuatro 'peloteros' -Xavi y Busquets por el centro, e Iniesta y Cesc abiertos a las bandas-. Y en punta Leo Messi, arropado por Pedro y Cuenca, que entró en lugar del lesionado Alexis.
El partido fue un monólogo de principio a fin. El Barça monopolizó el esférico, y mareó como quiso a un Racing que intentó mantener el 0-0 a cualquier precio. De nada le sirvió. Plantar el autobús atrás suele ser suicida cuando enfrente se tiene a un futbolista como Leo Messi. El argentino llegó a Santander después de haber marcado el miércoles cinco de los siete goles del Barça al Bayer Leverkusen (7-1). Su hambre ante las porterías rivales es insaciable, y esta vez volvió a ser letal y determinante.
Iniesta, al larguero
Los catalanes fueron siempre a por el triunfo y dieron su primer aviso al cuarto de hora, con un lanzamiento de falta de Messi que Mario Fernández despejó como pudo a córner. En el 22', Iniesta estuvo a punto de abrir la lata con un exquisito disparo picado en el área, pero su chut se estrelló en la cruceta. Y en el 24', Cesc volvió a disparar al 'muñeco' ante el meta local -que fue, de largo, el mejor de su equipo.
Juego duro del Racing
Las faltas y la dureza tampoco le sirvieron al Racing para contrarrestar las embestidas azulgranas. En el 10', el árbitro, Del Cerro Grande, amonestó a Francis por una durísima entrada en plancha a Cesc, merecedora de expulsión. Y en el 23', hizo lo propio con Babacar, que pisó el tobillo a Busquets al más puro 'estilo Pepe', con nocturnidad y alevosía. A pesar de que el de Badia quedó 'tocado', sólo vio la amarilla.
'Regalo' de Cesc... y gol de Messi
El Barça no se arrugó, y al filo de la media hora, llegó el 1-0. Xavi se plantó en el balcón del área y abrió hacia la derecha para Cesc. El de Arenys se internó, sirvió el pase de la muerte al área pequeña como si fuera un extremo diestro... y allí, solo a puerta vacía, Leo Messi sólo tuvo que enviar su 'regalo' a la red (0-1, 28').
¡Por fin un penalty!
Los de Guardiola dominaron la posesión a su antojo. El balón iba de un lado a otro sin que ningún futbolista cántabro supiera cómo hacerse con él. Aún jugando a medio gas, el dominio del Barça era aplastante. Y así, en el 55', llegó el 2-0. Tras una combinación, Cesc se internó en el área y allí fue derribado por Álvaro. Y, por fin, un árbitro se atrevió a pitar un penalti a favor del Barça en esta Liga. El cuarto de la temporada. Messi lo ejecutó a la perfección, transformándolo en el 0-2 definitivo (56').
Cuenca se crece
El pulso no tuvo mucha más historia. La goleada pudo ser mayor, pero Mario mantuvo vivo al Racing con sus intervenciones. Cuenca, desbordante por la banda, se sumó a la fiesta estrellando un balón en el poste en el 60', después de una magnífica acción individual. El canterano demostró con su chispa y aplomo habituales que tiene sitio en este once.
Las ocasiones se sucedieron en el área cántabra, y Pedro también tuvo el tercero en sus botas. Pero Mario le adivinó la intención en el mano a mano (84'). No importó. El Barça ya tenía los deberes hechos, y la Liga sigue como estaba. Pase lo que pase, este Barça no piensa rendirse y plantará cara hasta el final.
Fuente:Goles contra el ruido
El Barça demostró de nuevo que las controversias que suelen gravitar a su alrededor no hacen mella en el equipo. El sufrido triunfo del pasado sábado ante el Sporting (3-1) dejó tras de sí un sinfín de secuelas, pero ni el pésimo arbitraje de Velasco Carballo, ni las posteriores amenazas de Sánchez Arminio de denunciar a Piqué por protestar su expulsión, ni el baile de declaraciones y contradeclaraciones alteraron el ánimo de un vestuario a prueba de bombas.
Los de Pep Guardiola superaron con nota un examen que, ya de antemano, tenían más que aprobado. El 1-3 de la ida había dejado la eliminatoria en bandeja a los azulgranas. Pero ni así se fiaron. El técnico azulgrana puso toda la carne en el asador alineando a todas sus 'vacas sagradas' disponibles. Puyol, Alexis y Thiago vieron el espectáculo desde la grada.
El primero, de cuchara
Y seguro que disfrutaron de lo lindo animando a sus compañeros, porque sin pisar a fondo el acelerador, el recital -con Leo Messi como estrella- fue descomunal. Busquets, Xavi, Iniesta y compañía se hicieron los amos del balón. Messi (10'), Xavi de falta (12') y Piqué (23') dieron los primeros avisos. Y tanto fue el cántaro a la fuente que al final se rompió.
La pesadilla del Leverkusen empezó en el 25'. Xavi, cogiendo muy adelantada a la defensa alemana, sirvió uno de sus mágicos pases en profundidad a Messi. El argentino recibió en la media y, rompiendo el fuera de juego, encaró solo al meta Leno. Y pasó lo que suele pasar en estas situaciones. En el uno contra uno rara vez pierde el '10' del fútbol mundial, y esta vez no fue una excepción. Le superó con un sutil remate de cuchara (1-0, 25').
Iniesta le sirve el segundo
Y lo que siguió después fue más propio de un partido de Play Station que del mundo real. El Barça manejó al Bayer como si fuera un muñeco de trapo. El 2-0 llegó al filo del descanso (42'). Mascherano, ese centrocampista reconvertido en uno de los mejores centrales del planeta, subió el balón, y se lo cedió a Iniesta. 'Don Andrés', como siempre, vio la mejor opción de pase, y asistió para Messi. Y Leo, tras internarse desde la derecha hacia el centro del área, marcó de chut raso y ajustado al poste.
El tercero pudo caer poco después en un doble remate de Cesc y Pedro, pero ninguno de los dos acertó. El Camp Nou animó al canario coreando su nombre, sabedor de que no pasa su mejor momento y, ahora más que nunca, necesita su aliento.
'Hat trick' para quitarse el sombrero
La segunda mitad fue de traca. El Barça se desmelenó, y los goles cayeron uno tras otro. El 3-0, en el 48', fue una obra maestra de -quién si no- Leo Messi. Cesc le dejó solo con un magnífico pase en profundidad. 'La Pulga' controló el balón con su zurda mágica sin dejar que cayera al suelo, como si en lugar de un pie tuviera un guante. Y, después de ese excepcional control, culminó la acción 'picando' el balón ante la salida de Leno.
La revolución de Tello
Ya en el 52, Guardiola dedició dar descanso a dos de sus 'magos', cambiando a Xavi e Iniesta por Keita y Tello. Y la entrada de este último dio todavía una velocidad más al Barça. La chispa, frescura y endiablada velocidad del canterano 'rompieron' a un Bayer que no sabía qué hacer para frenar la sangría.
En el primer balón que tocó, Tello logró el 4-0. Un tanto de extremo zurdo de los de toda la vida. Cesc, de nuevo, sirvió la asistencia, y el joven crack del filial, entrando como una bala desde la banda, no perdonó. Su remate cruzado al segundo palo fue infalible (58').
Y dos más de Leo
Messi siguió a lo suyo, fabricando goles como si fueran churros. Su cuarto -y quinto del Barça- llegó en el 58', aprovechando un despiste defensivo y un mal rechace del meta Leno. Siempre listo, siempre atento -cualquier otro hubiera bajado la guardia con un triunfo tan aplastante-, Leo se coló por en medio y logró el 5-0. Y no sería el último...
Tello continuó la fiesta marcando el sexto en el 62', aprovechando un buen pase de Alves. Y el séptimo, en el 84', llevó de nuevo la firma de ese extraterrestre disfrazado de futbolista. Messi no tuvo contemplaciones y selló su manita particular con un obús desde la media luna del área.
"¡Guardiola, Guardiola!"
Antes de eso, la afición culé entonó un cántico que empieza a convertirse en un clásico en las últimas semanas: "¡Guardiola, Guardiola!", clamó el Camp Nou. La renovación del técnico es, hoy en día, uno de los grandes deseos de la 'gent blaugrana'.
Ya al filo del final, Bellarabi marcó el del honor para el Bayer. Los alemanes sufrieron en sus carnes la furia de un equipo, y de un 'crack', que caminan con paso firme hacia la final de Múnich. De momento, ya están en cuartos.
Video:
Los de Guardiola llegaron a la cita ante el Sporting con las bajas ya conocidas de Leo Messi, Sergio Busquets y Eric Abidal, a los que se unió Thiago horas antes del partido.
Ante la situación, el técnico optó por a Adriano en el lateral izquierdo y Keita en el centro del campo, mientras que la delantera estuvo compuesta por Pedro, Cesc e Isaac Cuenca.
Javier Clemente, que pese a declarar que “el juego de los de Guardiola aburre” era consciente de la calidad del equipo al que se enfrentaba y planteó un once defensivo que se convirtió en un muro durante varios minutos de la primera parte.
Fiel a su guión habitual, el Barça intentó crear peligro desde el inicio. Iniesta, Cuenca y Pedro buscaban espacios, pero siempre se encontraron con la férrea defensa asturiana, que evitó que el meta Juan Pablo tuviera que emplearse a fondo durante gran parte del encuentro.
En la primera parte apenas hubo ocasiones claras, hasta que en el 41, una combinación perfecta, marca de la casa, dio sus frutos. Iniesta sólo tuvo que empujar un balón que le regaló Adriano después de una combinación con Keita.
CARBALLO, PROTAGONISTA NEGATIVO
El Barça pudo romper el muro asturiano pero no sabía que tendría superar otro obstáculo en el campo. Velasco Carballo tomó el relevo de los innumerables colegiados que han perjudicado a los blaugrana esta temporada y se inventó una expulsión absurda a Piqué en el 46. El central se trastabilló con De las Cuevas y Carballo le mostró la roja directa ante el asombro de todo el Camp Nou.
Por si fuera poco, el Sporting empató en la siguiente jugada por medio de Barral. Las cosas se pusieron difíciles por lo que Guardiola decidió sustituir a Cesc por Alexis, que pudo romper la igualada a pocos minutos de ingresar en el campo. El encuentro olía a empate y el árbitro seguía empeñado en ser el protagonista no pitando una clarísima mano de Nacho Cases en el 68. Recomendamos ver las imágenes porque la acción es clarísima.
Antes de estas dos acciones, Velasco Carballo tampoco castigó un claro empujón a Dani Alves dentro del área rival ni un desplazamiento a Keita en un córner.
El partido se alborotó por momentos, lo que unido al cansancio de los jugadores del Sporting, propició más espacios. El Barça no desaprovechó la ocasión y recobró su chispa, sobre todo con el trallazo de Keita desde fuera del área que se coló por la cruceta de Juan Pablo.
Con ventaja en el marcador, los azulgrana recobraron la tranquilidad y sentenciaron por medio de Xavi. El de Terrassa definió a la perfección tras una gran jugada de Iniesta, que lo dejó sólo ante el portero rival.
ALEXIS SE ROMPE OTRA VEZ
La mala noticia de la noche fue la lesión de Alexis Sánchez en los últimos minutos del partido. El chileno se rompió el sólo y se dolió del aductor. Todo parece apuntar que el delantero se perderá algunas semanas de competición, algo que puede afectar decisivamente a los planes de Guardiola en el momento decisivo de la temporada.