martes, 21 de diciembre de 2010

Frio Empate (FC Barcelona 0-0 Athletic Bilbao)




Los Reyes de la Copa han decidido resolver la eliminatoria de octavos de final en San Mamés. En el Camp Nou, esta noche, un Barça menos fino que recientemente y un Athletic Club ultradefensivo han impedido que se viera gol alguno. No fue por intención. El equipo de Guardiola lo probó hasta la saciedad, pero siempre un detalle u otro ha alejado el gol que rompiera el muro rojiblanco.

Con este resultado, pues, el Athletic Club está obligado a variar su planteamiento de cara al encuentro de vuelta –necesita la victoria-, mientras que al Barça un empate con goles le valdría el acceso a cuartos. En San Mamés, la respuesta.

Gorka al rescate

Como el día, el inicio de partido ha sido frío. Por parte azulgrana, durante el primer tiempo las asociaciones han sido las de siempre, aunque a una velocidad menor de lo habitual. El Barça era reconocible por sus movimientos, no por su ritmo. Enfrente estaba un Athletic Club exclusivamente concentrado en defender su portería, con toda la artillería en el banquillo, sin recambio de Llorente, hoy lesionado. La telaraña construida por Caparrós exigía una marcha más al Barça.

Ésta ha aparecido en acciones puntuales de Iniesta y Xavi, siempre amenazantes cerca del área. Dos peligrosos lanzamientos del manchego y otro de Bojan han obligado a Gorka a lucirse para evitar el 1-0. Al descanso, sin goles.

Entran Messi y Villa

Guardiola, ansioso por revolucionar el partido, ha dado entrada a Messi y Villa en los primeros compases de la segunda parte. Los cambios han surtido efecto a medias. Por un lado, el Barça ha asediado como nunca al Athletic Club, que no pasaba de la línea de centro del campo. La intensidad era muy diferente a la del primer tiempo. Por otro, sin embargo, este dominio no se ha traducido en goles.

Sin precisión final

El equipo azulgrana lo ha intentado una y otra vez de forma ejemplar. Le faltaba una pizca de precisión. O un centro demasiado fuerte o un desmarque a destiempo o una mala finalización. Siempre sucedía algo que impedía el gol que abriera la lata. Si la triangulación no era perfecta, la pobladísima defensa visitante acababa rechazando el peligro. Así una y otra vez durante el segundo tiempo. Al final, el equipo vasco se salió con la suya y la eliminatoria se decidirá en San Mamés.

Fuente:
www.fcbarcelona.com

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