sábado, 28 de enero de 2012

¡LA LIGA EN BLANCO! (Villarreal 0-0 FC Barcelona)


Salió el Barça al césped del Madrigal sabiendo que los blancos habían remontado, y ganado, su partido frente al colista (3-1). Una jornada más, los de Mourinho no dieron tregua. Y los azulgranas se veían obligados a sumar, sí o sí, los tres puntos para no perder el tren de la Liga. No pudo ser. Ahora tocará apelar a la épica, y esperar un par de tropiezos del Madrid, para optar a ganar el campeonato por cuarta temporada consecutiva. El vaso puede verse medio lleno o medio vacío. La parte positiva es que aún queda toda una vuelta por disputarse. Todo puede pasar. Y, a buen seguro, este Barça lo dará todo y se dejará la piel para lograrlo. De peores ha salido.

Falta chispa

El equipo mostró actitud y ganas, pero le faltó frescura. Un problema que se ha dejado notar varias veces en el 2012. El cansancio pasa factura. Y las lesiones, también. Sin Iniesta y el cada vez más necesario Alexis -que sólo jugó la segunda parte a causa de su dolencia en el hombro-, a Guardiola le quedaban pocas opciones. Recompuso la media incorporando en esa línea a Mascherano, junto a Xavi y Busquets. Y en punta, Cesc y Adriano fueron los escuderos de Leo Messi.

Alves y Messi perdonan el 0-1

El Barça lo intentó todo, pero su chispa, claridad de ideas y velocidad a la hora de mover el balón no fueron las de siempre. Y así, se hace más difícil ganar. Y eso que a los tres minutos, Dani Alves 'perdonó' el 0-1 fallando solo ante Diego López. El brasileño se confió, pensó que estaba en fuera de juego, y disparó flojo con toda la inocencia del mundo.

A pesar de su error inicial, el '2' azulgrana fue probablemente el mejor de la primera mitad. Su omnipresencia en la banda derecha, multiplicándose como lateral y extremo, fue de lo poco que puso en aprietos a la zaga amarilla. De sus botas nació la ocasión más clara del encuentro. En el 16', sirvió un gran pase en profundidad a Leo Messi. Y el argentino, solo ante el meta local, falló lo que no suele fallar. Elevó el esférico por encima suyo, 'picándolo' con un toque sutil y precioso, pero no entró: salió llorando, casi, casi tocando el poste.

Juego trabado y sufrimiento

El juego trabado y la sucesión de faltas del Villarreal se convirtieron en el peor enemigo de los catalanes. Sin ideas, y sin disfrutar de fluidez, costaba hilvanar jugadas. A medida que avanzaron los minutos, el 'submarino' se creció, empezó a soltarse y a sembrar las dudas en su rival. En el 27', un barullo en el área de Valdés estuvo a punto de desembocar en el 1-0. Piqué despejó hacia atrás un balón colgado, Mascherano lo sacó bajo los palos y, acto seguido, Abidal se interpuso en el remate de Valero.

Llegaron momentos de sufrimiento. Posiblemente, si los castellonenses hubieran podido contar con el lesionado Rossi, las cosas hubieran sido peores. En el 35', Valdés se lució despejando a córner un trallazo envenenado de Senna desde la frontal. Y en la ejecución del saque de esquina, Gonzalo marcó de cabeza. Pero el árbitro, Teixeira vitienes, lo anuló correctamente por claro fuera de juego.

Sin goles se llegó al descanso. Y en la reanudación hubo más de lo mismo: agonía hasta el final. Faltaba lucidez e inspiración. Messi no aparecía. Y, en el 47', Borja Valero reclamó penalti por un posible derribo por parte de Busquets.

Alexis y Tello dan más mordiente

Guardiola retrasó a Mascherano para reforzar el eje de la defensa, pasando a Puyol al lateral derecho. Y en el 60', quemó sus naves sustituyendo a Piqué por el recién recuperado Alexis.

Palo de Cesc

Las cosas empezaron a cambiar tras la entrada de una de las jóvenes joyas del filial: el explosivo Tello, que reemplazó a Adriano por la izquierda (75'). A los tres minutos de estar en el campo, una gran internada suya por esa banda no acabó en gol de milagro: dejó sentado a Angel, asistió a Cesc, y el disparo del de Arenys se estrelló en el larguero.

El Barça apretó. 'Bombardeó' al submarino por mar, incluso por aire. Quiso, pero no pudo. Ahora, tocará remontar en las 18 jornadas que quedan. Difícil, sí, pero no imposible. De remontadas de este tipo está llena la historia del Barça. ¿Por qué no?.

Fuente:
www.sport.es

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