Paraguay dio la gran campanada, a la altura de Perú frente a Colombia en el tercer partido de cuartos de final que, como en los anteriores, llegó a la prórroga y de la misma forma que en el Argentina-Uruguay se decidió en la fatídica tanda de penaltis. Brasil mereció más, sin duda. Dominó de principio a fin con una apuesta futbolística clara que le ha otorgado Menezes desde su llegada al banquillo, donde el juego de ataque está por encima de toda discusión.
Ayer casi se repitió de principio a fin el partido de la primera fase. Paraguay, una selección que hace apenas una semana en Córdoba le tuvo contra las cuerdas ¿la canarinha igualó a dos gracias a un gol de Fred en el último minuto¿ obligó a dar lo mejor de si misma otra vez a Brasil, aunque la canarinha mostró una cara muy mejorada... que de nada le sirvió al final. Y es que esta selección de Paraguay, que hace un año en Johannesburgo no anduvo lejos de eliminar a España en los por entonces malditos cuartos de final, mostró ayer en La Plata el mismo esquema y personalidad de los últimos tiempos. Y esta vez le sirvió la fortuna para llegar primero hasta la tanda de penaltis y en ella para sentenciar el KO de la gran favorita.
El resultado, el fiasco, la campanada, sin embargo, no debería ocultar la mejoría que se contempla en Brasil. El sucesor de Dunga en el banquillo nunca ocultó su apuesta. Habló del Barça de Guardiola como modelo y salvo en contadas ocasiones Brasil ha recuperado los tres delanteros natos, ha colocado peloteros en el centro del campo y ha insistido a sus defensas que mimen el balón. Con esta personalidad Brasil ha recuperado las esencias. Por encima de un resultado, el juego es lo principal. Y aunque ayer le salió cruz y que en los próximos días, seguro, eso pesará en el ambiente de una manera absoluta, no debería olvidarse que esta canarinha tiene un muy buen fútbol que ofrecer.
De hecho, a la vista del partido no habría sido extraño que Brasil marcase cuatro o cinco goles. En la meta de Paraguay, ese tal Justo Villar que apenas ha jugado ocho partidos oficiales con el Valladolid esta temporada, se las apañó para mantener el sueño guaraní en la misma medida que acabó poniendo de los nervios a los brasileños. Lúcio, Neymar, Ganso o Pato se estrellaron ante un portero que parecía un pulpo con actuaciones a cual más brillante... Y allá donde él no llegaba estaba la cabeza de Barreto para salvar un gol cantado.
A medida que pasaban los minutos los nervios atenazaban a la canarinha y así no es extraño adivinar lo que pasó en los penaltis. Allí los nervios y la presión acabaron de hundir a la canarinha. Elano disparó fuera, como André Santos y Fred, mientras que a Thiago Silva le atajó el disparo Villar. Una trágica tanda para sentenciar un KO de locos.
Otros Resultados:Chile 1-2 Venezuela
Semifinales:
Uruguay - Peru
Venezuela - Paraguay
Fuente:
www.sport.es
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