El 2-0 del Camp Nou había dejado clara una cosa: al Barça le costaría horrores ganar en Copenhaguen. Y así ha sido. Con un once prácticamente idéntico al que goleó al Sevilla -sólo entró Keita por Pedro- y en medio de un gran ambiente en el Parken Stadium, el conjunto azulgrana se ha topado con tres lanzamientos a la madera –por uno del equipo local- que le han impedido llevarse los tres puntos de Dinamarca.
A pesar de todo, el gol de Messi en la primera parte otorga un punto muy válido al Barça, que continúa líder del grupo D de la Champions League, con el goal-average directo con el Copenhague ganado, y con una jornada menos por delante. La siguiente cita será en Atenas, dentro de tres semanas, contra el Panathinaikos.
Inicio accidentado
Al partido le ha costado arrancar. Dos incidentes con Puyol y N’Doye han causado importantes pérdidas de tiempo en un inicio marcado por la enorme intensidad de los locales, que han enviado un balón al poste en el minuto 3. Tanto era el dinamismo que las principales llegadas del Barça nacían de contragolpes, lejos del fútbol control habitual de los azulgranas, que han necesitado veinte minutos para imponer su estilo. Ha sido cuando Villa ha contestado con otro tiro al palo.
Intercambio de goles
El Barça generaba casi todo su fútbol por banda izquierda, con Iniesta como origen de sus jugadas de ataque, pero ha sido en una triangulación por la derecha donde ha nacido el 0-1 de Messi, muy atento al rechace de la defensa danesa. Era su gol 100 con Guardiola en el banquillo. La alegría del Barça no ha durado: en la acción siguiente Claudemir ha empatado tras un centro desde la izquierda. El Parken Stadium se volvía a venir arriba.
Messi lo intenta
Al Barça el gol del empate no le ha afectado para nada. Messi, muy activo en el tramo final de la primera parte, ha rozado el segundo en diversas acciones, pero Wiland y nuevamente el palo han impedido el 1-2 antes del descanso. La dinámica ha sido la misma en la reanudación. Los de Guardiola ya mandaban como están acostumbrados a hacerlo y tanto Iniesta como Keita han dispuesto de remates francos cerca de la portería local. No se han amilanado los locales, que lo han intentado a base de rachas.
Pedro, al palo
En una de ellas, el árbitro ha anulado correctamente un gol de N’Doye, por falta previa a Abidal. El último tramo de partido ha sido de infarto, con el Copenhague ejerciendo una presión enorme sobre el conjunto azulgrana, incómodo nuevamente en la recta final. La gran ocasión, sin embargo, se la ha inventado Pedro –en el campo desde el minuto 77-, que casi manda a la escuadra un remate desde la frontal y en el descuento. El poste, de nuevo, ha evitado el gol y la victoria del Barça, que se va de Dinamarca como llegó. Como líder.
Fuente:
www.fcbarcelona.com
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