Guardiola volvió a recuperar el 3-4-3 situando a Mascherano en el eje de la defensa flanqueado por Abidal y Alves. La presencia de Adriano en la alineación hacía pensar que quizá emplearía el 4-3-3, pero las dudas se disiparon cuando se vio al brasileño actuar de extremo derecho.
Pese a que la primera oportunidad la tuvo Iniesta a los nueve minutos, el Barça no estaba cómodo en el campo. Los andaluces se cerraron atrás y esperaron a armar sus mortíferas contras. Jesús Navas pudo abrir el marcador en un ajustado tiro a la escuadra en el minuto 20 que salvó Valdés a mano cambiada. Poco antes, el portero también tuvo que resolver una imprecisión defensiva de Abidal.
Messi empezó a carburar con Iniesta y el Barça empezó a apretar. El Sevilla aguantó las embestidas de forma estoica gracias a las geniales intervenciones del meta hispalense Javi Varas, que desbarató goles cantados a Villa y Messi poco antes del descanso.
EL SHOW DE VARAS
Parecía que los de Guardiola lo tendrían más fácil en un segundo tiempo en el que previsiblemente el Sevilla podría haber acusado el desgaste del primer tiempo, pero no ocurrió. Los de Marcelino cerraron sus líneas aún más y si a eso le unimos que la puntería del Barça vuelve a estar de vacaciones, la cosa se ponía bastante fea.
Los blaugrana no dejaron de intentarlo, pero el resultado seguía siendo el mismo: Disparo de Messi que se fue lamiendo la cruceta, tiro de Iniesta que salvó Varas¿el Barça tocaba y pese a jugar sus mejores minutos, no lograba perforar las redes del Sevilla, algo con lo que no se había encontrado esta temporada. Sin duda un partido muy diferente al del año pasado en el que los visitantes se fueron del Camp Nou con una "manita".
En el 73¿ cuando todo el Camp Nou ya cantaba gol de Iniesta, el balón se estrelló en la parte alta del travesaño. Guardiola movió fichas y decidió introducir a Pedro y Cesc ¿que regresaba tras su lesión- por Keita y Thiago, pero al Barça le seguía costando romper el muro sevillista formado por Fazio, Escudé, Navarro y Cáceres a los que fueron sumándose jugadores a medida que el partido llegaba a su fin. Un autobús inquebrantable para un equipo que otra cosa no, pero voluntad y esfuerzo no le faltaron en un segundo tiempo en el que lo intentó todo.
MESSI TUVO EL TRIUNFO EN SUS BOTAS
El encuentro parecía encaminado a terminar en tablas. Sin embargo, una zancadilla dentro del área de Fazio a Iniesta no pasó inadvertida para Iturralde González, que señaló por fin, el primer penalty al Barça esta temporada. Y ahí llegó el caos.
La decisión del árbitro enfureció a los jugadores del Sevilla. Cuando Messi iba a lanzar el penalty se desató una tangana que acabó con Kanouté expulsado y Cesc por los suelos tras ser abofeteado por el malí. El argentino falló la pena máxima y pese a seguir intentándolo hasta el 96 los de Guardiola tuvieron que conformarse con un amargo empate que pone el liderato en manos del Real Madrid.
Fuente:www.sport.es
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