A pesar de no poder proclamarse matemáticamente campeón de Liga, el Camp Nou presentaba un aspecto acorde a las grandes tardes de fútbol. El equipo, tras ver como el estadio homenajeaba a los campeones del Juvenil A y del fútbol sala, se apuntó al carácter festivo de este domingo con una cómoda victoria en el derbi ante el Espanyol. Los tantos de Iniesta y Piqué, uno en cada parte del encuentro, resolvieron una cita menos intensa que en los duelos anteriores y que deja la Liga muy, muy cerca del FC Barcelona.
Si los de Guardiola ganan o empatan el miércoles en el campo del Levante serán matemáticamente campeones. Un pinchazo del Madrid el martes, ante el Getafe, también decidiría antes de hora el campeonato liguero.
Sin ocasiones al inicio
El Barça necesitó un aviso de falta de Callejón y tres minutos de partido para hacerse con el balón y empezar a desarrollar su juego. Cuando comenzó a hacerlo, ya no se detuvo. Jugó sin prisa alguna, quizá en exceso por la zona central del campo y sin aprovechar los espacios que dejaba la defensa visitante, siempre muy avanzada. El Espanyol, que se defendía con diez hombres, había hiperpoblado el centro del campo para desactivar al Barça, que únicamente gozó de dos aproximaciones en el primer cuarto de hora de encuentro.
Iniesta, el desatascador
En un encuentro con poquísimos espacios, Andrés Iniesta era la respuesta. Casi tumba al Espanyol con una exquisita jugada personal en el minuto 20. Luego, otro eslálom suyo –tras un mal rechace de Galán en defensa- acabó con el 1-0 en el marcador. Iniesta había ejercido de desatascador y el Barça, sin el brillo de sus mejores días, dispuso de otra clara ocasión que Villa mandó fuera. Al descanso, el derbi con menos revoluciones de los últimos tiempos también estaba siendo para los de Guardiola.
Piqué decide el encuentro
Poco han durado los planes de remontada tras la reanudación de Pochettino, que había dado entrada a Luis García por Iván Alonso. En el 47, Piqué ha rematado de cabeza a gol un córner teledirigido de Xavi. El tanto resolvía prácticamente el partido y también la Liga, cada vez más cerca del Camp Nou. El Espanyol sólo lograba amenazar mediante Osvaldo, una isla en el ataque visitante.
Abidal se apunta a la fiesta
Con el 2-0 en el marcador el encuentro se ha puesto excesivamente cuesta arriba para los visitantes, que han corrido durante todo el encuentro sin obtener fruto alguno. El FC Barcelona, consciente de lo que le queda por delante, ha dosificado esfuerzos y ha afrontado los minutos finales del encuentro con una enorme tranquilidad y con Abidal, que reapareció el martes ante el Madrid, de nuevo sobre el campo. El mejor fin de fiesta de un derbi que deja la Liga a sólo un puntito.
Fuente:
www.fcbarcelona.com
Si los de Guardiola ganan o empatan el miércoles en el campo del Levante serán matemáticamente campeones. Un pinchazo del Madrid el martes, ante el Getafe, también decidiría antes de hora el campeonato liguero.
Sin ocasiones al inicio
El Barça necesitó un aviso de falta de Callejón y tres minutos de partido para hacerse con el balón y empezar a desarrollar su juego. Cuando comenzó a hacerlo, ya no se detuvo. Jugó sin prisa alguna, quizá en exceso por la zona central del campo y sin aprovechar los espacios que dejaba la defensa visitante, siempre muy avanzada. El Espanyol, que se defendía con diez hombres, había hiperpoblado el centro del campo para desactivar al Barça, que únicamente gozó de dos aproximaciones en el primer cuarto de hora de encuentro.
Iniesta, el desatascador
En un encuentro con poquísimos espacios, Andrés Iniesta era la respuesta. Casi tumba al Espanyol con una exquisita jugada personal en el minuto 20. Luego, otro eslálom suyo –tras un mal rechace de Galán en defensa- acabó con el 1-0 en el marcador. Iniesta había ejercido de desatascador y el Barça, sin el brillo de sus mejores días, dispuso de otra clara ocasión que Villa mandó fuera. Al descanso, el derbi con menos revoluciones de los últimos tiempos también estaba siendo para los de Guardiola.
Piqué decide el encuentro
Poco han durado los planes de remontada tras la reanudación de Pochettino, que había dado entrada a Luis García por Iván Alonso. En el 47, Piqué ha rematado de cabeza a gol un córner teledirigido de Xavi. El tanto resolvía prácticamente el partido y también la Liga, cada vez más cerca del Camp Nou. El Espanyol sólo lograba amenazar mediante Osvaldo, una isla en el ataque visitante.
Abidal se apunta a la fiesta
Con el 2-0 en el marcador el encuentro se ha puesto excesivamente cuesta arriba para los visitantes, que han corrido durante todo el encuentro sin obtener fruto alguno. El FC Barcelona, consciente de lo que le queda por delante, ha dosificado esfuerzos y ha afrontado los minutos finales del encuentro con una enorme tranquilidad y con Abidal, que reapareció el martes ante el Madrid, de nuevo sobre el campo. El mejor fin de fiesta de un derbi que deja la Liga a sólo un puntito.
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www.fcbarcelona.com
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