Una cita de tales dimensiones exigía mucha concentración y valentía: el reto azulgrana era marcar en el Bernabéu para poner de cara una eliminatoria que empezaba sin Iniesta, Abidal, Adriano y Bojan en Madrid. Con Puyol en el lateral izquierdo, y Keita de interior en el mismo costado, el Barça ha demostrado una vez más cuál es su fútbol: un estilo de juego construido desde la posesión y el control, edificado para atacar. Así se plantaron los de Guardiola en el Bernabéu. Tal y como avisó el técnico en la previa.
Y así transcurrió el partido, con un 74% de posesión visitante, y con dos goles de Messi en el tramo final que encarrilan la eliminatoria de semifinales de Champions. El encuentro, además, dejó dos expulsados (Pinto y Pepe) y sin Ramos, sancionado, para el partido de Barcelona. El martes el Camp Nou dictará sentencia.
82% de posesión del Barça
Desde el inicio el tercer clásico se ha parecido más al primero, al de Liga, que a la final de Copa. El Barça mandaba con tranquilidad, con toda la posesión –hasta un 82% en el primer cuarto de hora-, mientras que el Madrid no empezaba su presión hasta el centro del campo. A Mourinho no le importaba que sólo jugase el Barça: esperaba descaradamente la opción del contragolpe.
Pinto, expulsado en el descanso
El centrocampismo ha sido la tónica general de la primera parte. Sólo una acción individual de Villa y una combinación entre Messi y Xavi han creado peligro en el área de Casillas. No era fácil, porque los blancos defendían con todo. Al otro lado del campo, el Madrid únicamente ha logrado acercarse con faltas laterales que nunca han amenazado seriamente a Valdés. Se ha llegado al descanso tras varias tánganas. La tensión era tan alta que el árbitro, ya en el descanso, ha expulsado a Pinto con roja directa. Muchos nervios, pocas ocasiones.
Roja directa a Pepe
La segunda parte ha comenzado con un cambio táctico de Mourinho, que ha dado entrada a Adebayor por Özil. La intención era alargar el campo. El movimiento de piezas no ha dado sus frutos y el Barça, con más espacios en la zona de medios, ha seguido tocando y tocando. Así, hasta que Pepe ha visto la roja directa por un planchazo a Alves. Mourinho también se ha ido a la grada por sus continuas protestas. El Madrid se quedaba con diez jugadores a falta de media hora para el final. Era cuestión de tiempo que llegaran las ocasiones.
Decisivo Afellay
Villa y Pedro han rozado el 0-1 en una acción que ha concluido con la lesión de Pedro, sustituido por Afellay. El holandés, precisamente, se ha erigido en uno de los grandes protagonistas de la acción que ha abierto el marcador para el Barça. Una internada y un centro suyos –tras dejar atrás a Marcelo- han permitido a Messi empujar el balón a las redes de Casillas. El reto de marcar fuera de casa ya se había cumplido. La cosa se ponía de cara.
Escándalo Messi
El Barça, cada vez más superior, quería más. Con el 0-1 a favor y con un hombre más, era el momento de ir a por más. De ello se ha encargado Messi, que a tres minutos del final se ha inventado una nueva obra de arte: recogió el balón en tres cuartos de campo, dribló a tres jugadores blancos y culminó su maravilla con un tiro cruzado ante la salida de Casillas. Histórico. Messídico. Inolvidable.
Fuente:
www.fcbarcelona.com
Y así transcurrió el partido, con un 74% de posesión visitante, y con dos goles de Messi en el tramo final que encarrilan la eliminatoria de semifinales de Champions. El encuentro, además, dejó dos expulsados (Pinto y Pepe) y sin Ramos, sancionado, para el partido de Barcelona. El martes el Camp Nou dictará sentencia.
82% de posesión del Barça
Desde el inicio el tercer clásico se ha parecido más al primero, al de Liga, que a la final de Copa. El Barça mandaba con tranquilidad, con toda la posesión –hasta un 82% en el primer cuarto de hora-, mientras que el Madrid no empezaba su presión hasta el centro del campo. A Mourinho no le importaba que sólo jugase el Barça: esperaba descaradamente la opción del contragolpe.
Pinto, expulsado en el descanso
El centrocampismo ha sido la tónica general de la primera parte. Sólo una acción individual de Villa y una combinación entre Messi y Xavi han creado peligro en el área de Casillas. No era fácil, porque los blancos defendían con todo. Al otro lado del campo, el Madrid únicamente ha logrado acercarse con faltas laterales que nunca han amenazado seriamente a Valdés. Se ha llegado al descanso tras varias tánganas. La tensión era tan alta que el árbitro, ya en el descanso, ha expulsado a Pinto con roja directa. Muchos nervios, pocas ocasiones.
Roja directa a Pepe
La segunda parte ha comenzado con un cambio táctico de Mourinho, que ha dado entrada a Adebayor por Özil. La intención era alargar el campo. El movimiento de piezas no ha dado sus frutos y el Barça, con más espacios en la zona de medios, ha seguido tocando y tocando. Así, hasta que Pepe ha visto la roja directa por un planchazo a Alves. Mourinho también se ha ido a la grada por sus continuas protestas. El Madrid se quedaba con diez jugadores a falta de media hora para el final. Era cuestión de tiempo que llegaran las ocasiones.
Decisivo Afellay
Villa y Pedro han rozado el 0-1 en una acción que ha concluido con la lesión de Pedro, sustituido por Afellay. El holandés, precisamente, se ha erigido en uno de los grandes protagonistas de la acción que ha abierto el marcador para el Barça. Una internada y un centro suyos –tras dejar atrás a Marcelo- han permitido a Messi empujar el balón a las redes de Casillas. El reto de marcar fuera de casa ya se había cumplido. La cosa se ponía de cara.
Escándalo Messi
El Barça, cada vez más superior, quería más. Con el 0-1 a favor y con un hombre más, era el momento de ir a por más. De ello se ha encargado Messi, que a tres minutos del final se ha inventado una nueva obra de arte: recogió el balón en tres cuartos de campo, dribló a tres jugadores blancos y culminó su maravilla con un tiro cruzado ante la salida de Casillas. Histórico. Messídico. Inolvidable.
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