La vida sigue igual. Superados los cuartos de Copa, volvió el fútbol al Camp Nou y regresaron a su vez las goleadas del Barça, que este sábado recuperó a Sergio, Iniesta, Pedro y Villa, entre otros, para enfrentarse al Racing en el primer encuentro de la segunda vuelta. El equipo respondió con nota e hizo los deberes muy rápido: en el minuto 1 ya ganaba y al descanso mandaba cómodamente 2-0.
La victoria del FC Barcelona le deja con 55 puntos en Liga, siete por encima del Madrid, el segundo clasificado, que este domingo recibe al Mallorca.
Pedro da el do de pecho
El primer gol llegó con el campo todavía llenándose y el Racing adaptándose al Camp Nou. Demasiada concesión para Xavi, Messi y Pedro, que fabricaron un gol de tiralíneas tras el primer córner del encuentro. El canario remató con el pecho un lanzamiento perfecto de Messi, presente en cada una de las jugadas de ataque del Barça. Otro inicio genial en casa, y van unos cuantos.
Messi y Valdés, decisivos
El tridente ofensivo del equipo lo completaba otra vez Villa, un cuchillo por su banda izquierda, la misma que le permitió forzar un penalti de Henrique. Y en esta ocasión Messi, que lo había lanzado fuera el miércoles contra el Betis, engañó a Toño y no perdonó. Se lo dedicó a su madre: como hijo es tan bueno como jugando. Al 2-0 le siguieron un par de acciones peligrosísimas más del Barça, pero el mayor mérito fue para Valdés, que en la otra punta del campo sacó una mano excelente en un remate de Adrián a bocajarro.
Taconazo y otro gol de Iniesta
El monólogo azulgrana continuó sin fisuras en la segunda parte, con Piqué en el campo en el lugar de un Puyol con molestias. El equipo, quizá algo menos intenso, tocó y tocó hasta que cayó el tercero, obra de Iniesta, afortunado en su remate después de que éste diera en Cisma y despistara a Toño. Nueva mención especial para Pedro: el canario le puso el balón franco a Iniesta tras un majestuoso taconazo. El Camp Nou se vio obligado a agradecer tal excelencia haciendo la ola.
Toño evita la goleada
Con casi media hora de partido por jugarse, el Barça decidió convertir el campo en un gigante rondo sin fin. Villa e Iniesta, dos de los mejores del partido, rozaron el cuarto en el tramo final, cuando Keita y Bojan ya formaban parte del equipo. No hubo más goles porque Toño no quiso y el encuentro finalizó igual que en la primera vuelta: 3-0. La vida sigue igual.
Fuente:
www.fcbarcelona.com
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