Empezó el partido el FC Barcelona con Xavi y Adriano ausentes por lesión, y con Villa sancionado, y lo acabó abocado al ataque con Messi, Bojan, Iniesta, Thiago, Jeffren y Nolito –que debutó con el primer equipo- sobre el césped, a la búsqueda del gol de la victoria, que al final no llegó. Y eso que el Barça la mereció con creces, sobre todo tras el recital ofrecido durante la primera parte, en la que Messi avanzó a los locales con un gran gol. El Mallorca logró empatar antes del descanso con un remate de Nsue que cambió el rumbo del partido. Desde ese gol, el Barça ya no recuperó más su sello, aunque sí dispuso de suficientes ocasiones para llevarse los tres puntos. Al final no pudo ser.
Un inicio de lujo
Arrancó el Barça a lo grande, con posesión y ocasiones, borrando del mapa a un Mallorca con un planteamiento atrevido. El ritmo era vertiginoso, Iniesta el director de orquestra en ausencia de Xavi y Keita la amenaza constante desde la segunda línea. El 1-0, sin embargo, lo fabricaron Alves, Pedro con un taconazo sensacional al primer toque y Messi, el jugador de oro. Un lujo y resultado merecidísimo.
Llega el empate
El juego era más coral que nunca. Un incisivo Abidal, Piqué, Keita, Bojan y nuevamente Messi pudieron ampliar la ventaja. No hubo suerte para un Barça excelso, a la altura de sus mejores días, y eso que faltaban hasta cuatro campeones del mundo en el once. Los baleares, vivos gracias a la poca puntería local, se encontraron con el empate tras un contraataque que Valdés había desviado a córner de forma providencial. Su lanzamiento acabó con el gol de Nsue. El marcador estaba siendo cruel con los de Guardiola.
Adiós al control
En la reanudación se ha visto que el gol del empate no le ha sentado nada bien al Barça, que se ha desdibujado durante los primeros veinte minutos de la segunda parte. El Mallorca ha amenazado en dos llegadas de Nsue y Kevin. El equipo azulgrana había perdido el control. Se había convertido en un partido de ida y vuelta, con Messi como principal amenaza local. El clima que se respiraba era que podía pasar cualquier cosa. Mal asunto para el Barça, que ya jugaba con Thiago en lugar de Keita.
Asedio sin premio
El cuarto de hora final ha sido otra historia. Un asedio constante a la portería de Aouate. Guardiola ha apostado primero por el debutante Nolito y luego por Jeffren para intentar encontrar una solución al empate. El equipo atacaba más con el corazón que con la cabeza y el Mallorca no renunciaba al contragolpe. Bojan ha tenido la victoria en sus botas, pero su tiro lo ha rechazado el palo. La mala suerte había condenado al Barça.
Fuente:
www.fcbarcelona.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario