El equipo de Guardiola recuperó este martes sus esencias. Volvieron el ritmo y las asociaciones endiabladas, el juego por bandas y, también, una mentalidad de campeón que permitió remontar el 0-1 adverso de Govou. El Barça fue un vendaval que arrolló de principio a fin a Panathinaikos, a pesar del gol inicial de los griegos, abrumado en todo momento por la exquisitez azulgrana. El mejor Messi rozó el hat-trick -falló un penalti en la segunda parte-, Villa se estrenó en Europa con el Barça y Pedro y Alves cerraron la cuenta.
Con este resultado, el FC Barcelona ya lidera el grupo D, donde también el Copenhague suma tres puntos, tras vencer por 1-0 al Rubin Kazan, precisamente el próximo rival azulgrana.
Govou adelanta a los griegos
Dejó claro el Barça desde el inicio que volvía a ser el de siempre. La versión gris del Hércules había muerto ese mismo sábado. El ritmo exigido, vertiginoso, traía de cabeza a Panathinaikos, que dejaba jugar –cometió la primera falta en el minuto 15- y andaba encarcelado en su propia área. El fútbol, sin embargo, es en ocasiones extremadamente caprichoso y no complació a los azulgranas de inicio: un saque en largo del portero Tzorvas lo envió Govou a gol tras pase de tacón de Cissé. 0-1 tras exhibición azulgrana. El mundo al revés.
Respuesta brutal
El castigo era elevadísimo y el Barça, lejos de venirse abajo, respondió aumentando su acierto. Tras el gol visitante, Xavi necesitó sólo un minuto para encontrar a Messi, que firmó el empate con un golpeo suave. El equipo se rehizo también de otra de las cuentas pendientes del sábado: marcó tras un córner lanzado por Xavi, peinado por Busquets y finalizado por Villa en el segundo palo.
Gol de videoteca de Messi
Lo mejor, sin embargo, estaba por llegar. Al borde del descanso, Messi, que minutos antes había estrellado un balón en el travesaño, se asoció con Xavi y Pedro, excelentes en sus respectivas paredes, para firmar el gol de la jornada. La respuesta había sido brutal: tres goles en 24 minutos.
Dos regalos más
Casi nada ha cambiado el partido tras la reanudación. Se jugaba en una sola dirección, la del portero Tzorvas, protagonista al detenerle un penalti a Messi que él mismo había sufrido. El público le ha animado a base de cánticos. Luego, Pedro ha sido el hombre enfadado con el gol, el cual le ha llegado tras una carambola de billar –el balón ha ido de palo a palo- provocada por un tiro de Messi.
Con el 4-1, al Barça le quedaba un último truco. Se lo guardó para la última jugada del encuentro, cuando Messi y Alves han elaborado un tuya-mía que ha concluido con un gol de cabeza y de vaselina del brasileño. El mejor Barça ha vuelto, si es que alguna vez se fue.
Fuente:
www.sport.es
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