Las espadas siguen en alto. Ni Madrid ni Barça tropezaron ante Sporting (3-1) y Levante (1-2) después de haber flirteado con el desastre durante muchos minutos. Los dos las pasaron canutas para doblegar a sus respectivos rivales y mantener su frenético pulso por el título. Las cosas siguen igual, con los blancos líderes a cuatro puntos de los culés. Pero con una batalla clave en el horizonte. El derbi entre ambos del próximo sábado en el Camp Nou puede ser definitivo. Si el Barça ganara, se acercaría a sólo uno de su rival. Y aún quedarían cuatro jornadas por delante para buscar el milagro. ¿Conseguirá Guardiola su particular 'Liga de Tenerife', emulando a su maestro Johan Cruyff?. El tiempo lo dirá. Porque más igualdad y tensión es, simplemente, imposible.
El mundo al revés
El
Barça necesitaba el triunfo sí o sí. No había margen para el error. El
triunfo del Madrid, que sufrió mas de lo esperado para doblegar al
penúltimo clasificado, obligaba a los de Guardiola a ir a por todas en
un campo difícil. Y lo hicieron. El equipo salió enchufado, y dispuso de
ocasiones claras para irse al descanso con ventaja. Pero la fortuna les
dio la espalda y ocurrió al revés. Empezó perdiendo.
El Barça se estrella con Munúa
El
técnico azulgrana empezó reservando a los 'tocados' Piqué y Alves y
también a Iniesta, pensando en el duelo del miércoles ante el Chelsea en
semifinales de la Champions. El Barça acechó de principio a fin al
cuadro granota, pero le costó un mundo ver puerta. El meta Munúa fue un
muro ante el que se estrellaban todas las tentativas azulgranas. Pedro,
en el 5', y Thiago, en el 18', le empezaron poniendo a prueba. El
hispano-brasileño acarició también el gol en el 10', con un remate de
cabeza que salió rozando el poste. Pero no había manera.
Penalti de Busquets... y gol de Barkero
Todo
apuntaba a que el 0-1 era cuestión de tiempo. No fue así. Todo lo
contrario. En el 22', y tras un mal rechace de Valdés en un saque de
esquina, Teixeira Vitienes señaló penalti por unas manos de Busquets
dentro el área. El canterano interceptó un disparo de Barkero desde la
frontal con el brazo extendido, al parecer de forma involuntaria, justo
antes de cruzarlo ante el pecho. El árbitro señaló la pena máxima. Y
Barkero la transformó en el 1-0 (23').
El 'autobús' del Levante
Las
cosas no podían pintar peor. El castigo era inmerecido. Y a todo esto,
el Levante se echó atrás, intentando mantener a toda costa su renta
encerrándose y plantando el 'autobús' ante Munúa. La táctica le salió a
pedir de boca. Por mucho que el Barça luchaba y lo intentaba una y otra
vez, no encontraba huecos en su tupidísima defensa. Y por si fuera poco,
el meta local seguía con su recital de paradas, desbaratando un
cabezazo a bocajarro de Cesc (28'). Pedro López dio la réplica en el 38'
en la segunda ocasión local con un disparo cruzado que salió rozando el
poste.
Teixeira Vitienes propició quejas de los barcelonistas
justo antes del descanso, al decretar el final de la primera mitad justo
después de pasar por alto una clarísima falta sobre Alexis al borde del
área. Y también después, al no pitar penalti por unas manos de Pedro
López, interceptando un disparo de Pedro. El canario estuvo muy activo
en ataque y en defensa, y fue uno de los mejores.
Cuenca e Iniesta dan aire al equipo
La
entrada de Cuenca e Iniesta aportó oxígeno a un Barça más necesitado
que nunca. El reloj corría en contra y se mascaba el desastre. Al equipo
le faltaba clarividencia en los últimos metros. La Liga parecía
perdida. Y Koné añadió más sufrimiento aún en el 52'. Se plantó solo
ante Valdés en una contra, tras un grave despiste culé, pero Puyol,
colosal, desvió a córner su remate con Valdés ya batido.
Este Barça no se rinde
El
Barça no perdió la fe. No tiró la toalla ni en los peores momentos. Fue
valiente y fiel a su filosofía de principio a fin. Como siempre. Y
obtuvo premio a su tesón e insistencia. En el 60', Munúa -¡otra vez!-
desbarató un obús de Adriano. Y fue a partir de ese momento cuando
despertó la 'bestia', Leo Messi. El crack argentino le dio la vuelta a
la tortilla con sus genialidades.
Messi, colosal
El
1-1 fue obra suya. Leo se internó desde la derecha hacia la frontal del
área, sortando un auténtico bosque de piernas. Y, una vez ahí, hizo la
pared con Alexis Sánchez, uno de sus mejores 'socios'. El chileno se la
devolvió y el '10', sin pensárselo, conectó un chut raso y ajustadísimo
al poste que se coló como una exhalación en la red (64').
Penalti sobre Cuenca y Leo sentencia
La
remontada se selló en el 70', de penalti. Botelho dio un claro empujón a
Cuenca dentro del área, y el árbitro no lo vio. Pero sí el asistente.
Teixeira, a petición suya, lo acabó pitando. Y Messi no perdonó desde
los once metros (1-2, 70'). El argentino mantenía así, de paso, su pulso
con Cristiano Ronaldo, empatando a 41 goles en la lucha por el
'pichichi'. Y aún quedan cinco jornadas. Una barbaridad.
El Barça
buscó el tercero sin éxito y, como suele pasar en estos casos, acabó
pidiendo la hora. Pero los tres puntos se quedaron en el bolsillo. Y el
próximo sábado espera el Madrid. El enésimo derbi del siglo puede valer
una Liga.
Fuente:
www.sport.es
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