Con Messi en sus filas, el Barça puede ganarlo todo. Al menos eso se empeña en demostrar este argentino que se hace mejor jugador partido a partido. Once de los últimos doce goles del Barça los ha marcado él y en Zaragoza firmó su tercer 'hat trick' de la temporada.
Tan estelar estuvo el '10' azulgrana que acabó ovacionado por una afición zaragozana que no pudo más que rendirse a la calidad de Leo. La otra cara de la moneda fue Ibrahimovic. El sueco lo intentó todo pero no estuvo acertado de cara a portería y, lo que es peor, se le ve cada vez más obcecado y ansioso.
PLANTEAMIENTO DE MUSCULO
Guardiola planteó un partido de pelea en la medular, con Keita, Touré y Busquets en el eje y apostando por el trío Pedro-Ibra-Messi en el ataque. En defensa Puyol dejó su sitio a un Gaby Milito que volvía a la que fuera su casa cuando militaba en el Zaragoza.
Pep esperaba un choque intenso, con un Zaragoza peleón y precisamente eso se encontró el Barça. Suerte que este equipo tiene al mejor del mundo, a Leo Messi, que a las primeras de cambio aprovechó una buena jugada de extremo de Pedro para rematar de cabeza, picando ante Roberto, el 0-1 en el minuto 4.
El gol puso muy pronto el partido de cara para los de Guardiola. Y a punto estuvo de ponerse mejor dos minutos después cuando Piqué se sacó un espectacular remate de tacón a la salida de un córner. El detalle del central pareció despertar al Zaragoza que intimidó gracias a una contra de Eliseu pero Alves llegó como un cohete para tapar el disparo a bocajarro del escurridizo delantero maño.
A base de carácter el Zaragoza niveló el partido pero las ocasiones siguieron siendo azulgranas. Touré remató acrobáticamente un centro de Maxwell pero el balón se fue alto. También Ibra lo intentó de cabeza pero su remate salió otra vez cruzado.
Por su parte, los locales lo intentaban con más corazón que fútbol pero la defensa del Barça, con un Milito impecable, impidió que el peligro llegara al área de Valdés.
EL RECITAL DE MESSI
La segunda parte empezó con un Zaragoza mucho más ambicioso. Lafita le dio otro aire al equipo de Gay y se vivieron instantes de fútbol de ida y vuelta. Touré culminó un cuatro contra tres del Barça chutando alto, lo mismo que hizo Messi en otra jugada desde el segundo palo en un remate forzado.
Colunga entró por Arizmendi y Pep dio entrada a Iniesta por Touré. El partido se abría todavía más, entraba en su fase decisiva y cuando eso ocurre hay un jugador que brilla más que ningún otro. Precisamente eso ocurrió en el minuto 65, Leo Messi cogió un balón en medio campo dribló a tres rivales en una carrera eléctrica hasta el área y cruzó de forma inapelable ante Roberto para marcar el 0-2. Una obra de arte.
El gol pareció matar el partido. Guardiola dio entrada a Puyol por Piqué, tocado, y a Márquez por un ovacionado Milito. Eran minutos para disfrutar, para dormir el partido, minutos para que Ibrahimovic se reconciliara con el gol y la afición... pero el sueco volvió afallar. Pedro le dio otro pase de gol y Zlatan chutó desviado cuando más de uno ya cantaba el tanto.
LOCURA FINAL
Ante la desesperación del sueco Messi volvió a pedir el balón. Lo recogió de botas de Iniesta, se acomodó el balón en la frontal y con otro zurdazo pegado al palo de Roberto firmó el 0-3. Otro 'hat trick' que hacía enloquecer a la entregada afición culé.
El partido parecía muerto y visto pra sentencia pero cosas del fútbol, en diez minutos llegaron tres goles más. Pero antes Messi, generoso, le dio otro pase de gol a Ibra para que se uniera a la fiesta pero el sueco volvió a chutar fuera cuando ya estaba solo ante el portero rival.
Entre los aciertos de Messi y los errores de Ibra se coló el delantero local Colunga que, sacándole los colores a Márquez, anotó el 1-3 perimero y el 2-3 un par de minutos más tarde en otra rápida internada. Quedaban dos minutos para el final y los culés más sufridores ya temían lo peor pero esa noche era la noche de Messi y el argentino no estaba dispuesto a que se escapara ningún punto.
En otro ataque de genio, Leo volvió a demostrar que con el balón en los pies no tiene igual, se metió en el área, sentó a un central, encaró al segundo y provocó un penalty de libro. Podría haber marcado él mismo pero cedió el honor a Ibrahimovic y, esta vez, el sueco no falló y celebró el 2-4 con un grito de rabia. Necesitaba marcar como el aire que respira.
No hubo tiempo para más. El Barça sigue al acoso del liderato con un Messi que, para muchos culés, ya es el mejor jugador del mundo comparable a los Maradona, Cruyff, Pelé... Leo lleva 25 goles en Liga, 34 en el total de competiciones esta temporada. Goles de todas las facturas, jugadas para enmarcar de un jugador que, con 22 años, a cada partido que pasa crece, crece y crece.
Fuente:
www.sport.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario